¿Cómo construir una Cultura Empresarial?

"Las riquezas acumulada en el cofre de cada particular son lo que finalmente pierde a los [emprendedores]. Su primer efecto es inducir a cada empresario a hacer gastos superfluos para sí y para su mujer, y, por consiguiente a desacatar y eludir la ley". Platón*

    La avaricia y la codicia son dos vicios bastante evitados por las personas de buenos principios y sanas costumbres

    Gente de nobles costumbres cataloga a las personas que incurren en malas prácticas como: pícaros escondidos, cortabolsas sacrílegos y bergantes de toda clase, malechores armados de aguijones.

    Esto ocurre porque a nivel familiar. Primeramente, el hijo quiere imitar al padre. Después de verlo fracasar la hacienda familiar, perdido la honra. Viendo caer sobre su padre tantas calamidades que con él comparte. No piensa en otra cosa que en allegar bienes, y, gracias a un trabajo asiduo y a un sórdido ahorrar, acaba por enriquecerse.    

    No te conviertas en una persona que solo piensa en los medios de acumular nuevos tesoros, no pongas toda la gloria en la posesión de una gran fortuna y en el arte de formarla

    No denotes espíritu de tacañería. No te inclines a hacer daño. Evita el robo de utilidades cuando tengas a tu cargo alguna tutela o cualquier otra comisión en la que tengas licencia plena para obrar mal.

    Debes ser honrado, y probo; equitativo, moderado, virtuoso, racional; debes contener los perniciosos deseos. Es un deshonra que por temor de perder tus bienes quieras apoderarte de los bienes ajenos. Grave es derrochar los bienes ajenos.

    No te dejes embaucar por personas que por apariencia externa parezca moderado, más dueño de sí que otros muchos. La nobleza está muy lejos de él.

    ¿Por qué te digo esto? Porque sino lo haces, estas serán las consecuencias: 

    El deseo insasiable de riquezas, consideradas como el primero de todos los bienes. Producen abrumadas deudas, tachas de infamia, permanente hostilidad con aquellos a quienes han defraudado

    Huye de convertirte en un ávido usurero. Inclinado sobre tu empresa. Sin que parezca que no ves a aquellos a quienes has arruiando. Deja de prestar con sendos intereses. No habras anchas brechas en el patrimonio de tus víctimas

    Esto va a repercutir directamente en tus hijos: Al ver a sus padres, ocupados únicamente en enriqueserce, descuidan todo lo que no sea eso y descuidan las sanas costumbres así como sus padres ignoraron a las personas a quienes han robado. 

    No eduques a tus hijos en estos sentimientos. Ya que tu hijo reprimirá a la fuerza los deseos que le impulsan al despilfarro y que son enemigos de la ganancia. Esto lo malcría. Está alimentado por el amor a la ganancia. No lo hagas probar las mieles de la usura. 

    Desatarás dentro de él una guerra intestina, entre los deseos que le obligas a reprimir y los deseos que se le antojan. Esto lo arrastrará al trato con malas compañías, y de ese comercio clandestino nacen multitud de otros vicios

    Un joven vacío de costumbres loables, de máximas verdaderas, de ciencia tiende a realizar juicios falsos y presuntuosos. La oposición entre lo que le impones y lo que desea lo llevará a optar por la segunda y perderá la vergüenza por el trato íntimo con la indesencia. 

    Y si intentas ayudarlo te cerrará la entrada, no acepta auxilio enviado, y tampoco escuchará los consejos de los ancianos llenos de buen sentido y experiencia. 

    Por robar dinero a tus empleados tu hijo se terminará convirtiendo en un insolente, anárquico, libertino y desvergonzado. Y hará mil elogios de su propio comportamiento. ¿No es así como un joven, acostumbrado desde su infacncia a no satisfacer más que el hambre de ganancia pasa al estado de libertinaje, esclavizado por sus vicios?

  Sino puedes evitar todos estos núcleos en tu persona y en tu familia lo mejor es que no tengas una empresa porque, al principio puede que te vaya bien, pero: "El que siembra vientos, cosecha tempestades". Sino tienes autoridad personal ni familiar, lo más probable es que en lo empresarial te vaya peor. 

    Para mantener una buena cultura empresarial debes procurar que "los cuervos que críes no te saquen los ojos en el futuro". Lo que reflejas en tu persona y en tu familia lo reflejas en tu empresa. 

    Si estás interesado en ahondar más sobre estos temas, te recomiendo la siguiente lectura: 

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